La inflación, desbocada, no da tregua
Fuente: El nuevo lunes
Los expertos no ven fácil que acabe el año por debajo del 7% por nuestra dependencia energética y las incertidumbres de la guerra de Ucrania
La inflación es, sin género de duda, el problema económico del momento. Y, además, en opinión de los principales organismos, así como de nuestros analistas, no parece que vaya a dar tegua de aquí a fin de año, con previsiones que no bajan del 6-7%. Así las cosas, y junto a las medidas que puedan tomar desde el BCE, los Gobiernos, el nuestro también, se afanan en poner en marcha planes anticrisis, con medidas que a juicio de los expertos pueden ser necesarias, pero insuficientes y en alguno de los casos, como el traído y llevado impuesto a las eléctricas, conllevan aparejado un riesgo: que se vuelvan en su contra.
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, pronosticaba hace unos días que la tasa de inflación se mantendrá «en los niveles actuales los próximos meses» y no comenzará a «relajarse» hasta después del verano. Desde el 8,7 % interanual de mayo -último dato disponible cuando él hizo sus conjeturas, aunque al cierre de esta edición se desbocaba hasta el 10,2%, el mayor nivel en 37 años- el año terminaría «en torno al 6 %», según sus previsiones. Y no es muy optimista. Durante su intervención en el curso de verano organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde también ha advertido que los riesgos «son al alza». El economista español ha apuntado que, aunque las expectativas de inflación están relativamente bien ancladas, muy próximas al 2% a medio plazo, existe el riesgo de efectos de segunda ronda que nos lleve a una espiral de precios. «Si nos encontramos con efectos de segunda ronda, esto llevará a que la inflación sea más extensa y afecte a más componentes del IPC y a que la respuesta de la política monetaria sea diferente», ha avisado.