Emilio Ontiveros
1948-2022

Rendimos homenaje al recientemente fallecido Emilio Ontiveros, fundador de Afi, escritor y divulgador en diversos medios de comunicación y revistas especializadas.

"Decidí estudiar economía porque quería entender el comportamiento humano desde un punto de vista historicista."

Emilio Ontiveros

Fundador de Afi

Artículos y obituarios

"Sin despegar los pies del suelo; su realismo se alimentaba no solo de sus conocimientos académicos o de su experiencia profesional, sino de la vida, de su propia vida".

Pepa Bueno

Directora de El País

"Estudiar cómo se comporta la gente se hace con una finalidad: procurar que la población viva mejor y sea más feliz, y esto ¿cómo se hace? Tomando decisiones, es decir, haciendo política."

Emilio Ontiveros

Fundador de Afi

Testimonios

Emilio fue el conferenciante al que el Observatorio Económico de Andalucía ha invitado en más ocasiones, manifestación del aprecio intelectual y capacidad análisis y divulgación. Un hombre que ha pasado por el mundo con discreción y sencillez, pero dejando una profunda huella por su inteligencia, sensibilidad, honestidad y afecto. A todos nos honra identificarlo como amigo.

Francisco Ferraro
Presidente del Observatorio Económico de Andalucía
Académico

Emilio enseñó el camino correcto a las universidades públicas y a la gran mayoría de las universidades privadas de nuestro país. Desafortunadamente, nunca siguieron su ejemplo. Sin embargo, su enorme visión le permitió tener un impacto en la educación financiera en España que ha sido un ejemplo único combinando el rigor con las implicaciones prácticas de sus enseñanzas. Nuestra generación de economistas le debemos mucho.

Gonzalo Rubio Irigoyen
Universidad CEU Cardenal Herrera
Académico

Conocí a Emilio virtualmente a través de Canal Plus, disfrutando de aquellas 'píldoras' de economía, tan didácticas y amenas, que él hacía regularmente. Luego tuve la oportunidad de conocerlo, personalmente, cuando él era el referente principal del Plan de Convergencia en el Consejo Asesor de Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información. Pero fue mi paso por Fundación Telefónica el que me dio la oportunidad de interactuar con Emilio. Allí dirigió varias iniciativas de la Fundación encaminadas a mejorar la implantación de la Sociedad de la Información en España. Y se forjó una estrecha relación de confianza entre nosotros que pronto derivó en amistad.Era un gran economista y maestro. Yo no he sido alumno suyo, pero me siento deudor de su pedagogía que ejercía de manera natural y sencilla. Era buen conversador, inteligente, sensible y generoso. Compartir con él una actividad profesional era un lujo y una experiencia.Se ha ido dejando un hueco enorme.Ahora estábamos iniciando un nuevo proyecto compartido entre la Fundación AFI y la Asociación Española de Fundaciones. Un proyecto generoso que será su legado.

Javier Nadal Ariño
Presidente de la Asociación Española de Fundaciones
Académico

Conocí a Emilio en los años 1980 en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Desde entonces mantuvimos una estrecha relación de amistad a pesar de nuestras diferencias. Me ayudó siempre en todo lo que le pedí. Cuando el Gobierno le nombraba en una "comisión o grupo de expertos", le decía "menos experto y que te nombren ministro". Me contestaba: "José Manuel, que poco me aprecias".

José Manuel Revuelta Lapique
Profesor titular de la UAM. Técnico Comercial y Economista del Estado
Académico

Emilio Ontiveros: profesor, compañero, amigoAyer, primero de agosto, por la tarde, un compañero de la Facultad me comunicó el fallecimiento de Emilio. No me lo podía creer, quedé impactada por la noticia. La tristeza me invadió, se había ido demasiado pronto, demasiado rápido con tantas cosas por hacer, tantos momentos por vivir. Inmediatamente, todos los medios y redes sociales se hicieron eco de la triste noticia y pusieron de relieve su extraordinaria valía como economista, como líder empresarial, como maestro de la comunicación. En pocas ocasiones se pone de manifiesto un sentimiento tan unánime respecto a la calidad humana y profesional de un economista que nos deja tan enorme legado de conocimiento y buenhacer. Me permitiré en estas líneas recordar al profesor Ontiveros desde otro prisma: mi experiencia personal con él como profesor, compañero y amigo.En el curso académico 1986-1987, el profesor Ontiveros me impartió la asignatura Financiación Internacional en la Licenciatura de Ciencias Económicas y Empresariales. En la tarima -aunque bajaba con frecuencia de ella y se paseaba entre los estudiantes-, tenía una presencia imponente, con un especial carisma personal que se captaba a los pocos minutos de empezar la explicación. En aquellas aulas enormes en las que el número de alumnos rondaba las 200 personas, pronto percibimos que se trataba de un profesor diferente, capaz de explicar, de forma clara conceptos difíciles con palabras simples; elegante en su forma de expresarse y de moverse entre nosotros, pero con la autoridad necesaria para conducir a un grupo tan numeroso. Con esa mezcla de distancia y cercanía a la que obligaba el método docente de la época y el abultado número de estudiantes.De su mano empezamos a conocer las relaciones financieras internacionales y, en mi memoria, quedaron grabadas sus referencias al ECU (unidad de cuenta europea), muy novedosa entonces. Sus excelentes clases magistrales las acompañaba de numerosas preguntas que nos hacían pensar y reflexionar. Las clases resultaban, sin duda, imponentes y fascinantes y, además, el profesor Ontiveros era un joven catedrático, atractivo, activo que estimulaba, con gran acierto, el aprendizaje de todos los que asistíamos a clase regularmente.Fue en la cena que celebramos al finalizar la carrera cuando comencé a conocer como era realmente Emilio Ontiveros. Poco a poco la distancia lógica del profesor dejó paso a la cercanía del compañero; una persona entrañable, enormemente cercano y generoso, dispuesto a dejarse enredar en cualquier propuesta que pudiéramos hacer. Su disponibilidad, su buen humor trufado de ironía y su implicación con los estudiantes, con la Facultad y con la Universidad fueron y serían siempre sus principales y más apreciadas cualidades.Los años le consolidarían como un brillante economista y ciertamente reconocido empresario y divulgador que, aun así, se detenía a escuchar a cualquier estudiante que le parara por los pasillos o en el bar, sin ningún atisbo de arrogancia. Poco a poco, después de hablar muchas veces con él, Emilio se convirtió, además de compañero, en amigo.Cuando en 2018 me presenté como Decana de la Facultad, Emilio vino a darme su apoyo y, como siempre, a ponerse al servicio de la facultad. En ese mismo año se jubilaba, y obtuvo el nombramiento unánime como catedrático emérito. Rápidamente me manifestó su alegría y su orgullo por este reconocimiento. Desde el decanato, tuvimos una relación más estrecha que se fue fortaleciendo a medida que lo “enredábamos” para participar en actividades organizadas desde la Facultad, actividades que siempre aceptaba de buena gana y con gran generosidad. Siempre estaba cuando le llamaba, siempre dispuesto a colaborar, siempre dispuesto a modificar su agenda si era necesario, siempre ahí. Me consta que estaba orgulloso de su Facultad y de su Universidad. Emilio, aunque te vas -te hayas ido ya-, te quedas porque formas parte de muchos de nosotros, de los que te conocimos, de los que te admiramos y de los que aprendimos de ti. Permanecerás siempre en nuestra memoria.

María Isabel Heredero de Pablos
Decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
Académico

Recordando a Emilio OntiverosNunca olvidaré su presencia en el Curso de Doctorado que dirigí en la Universidad Autónoma de Madrid durante el año 1978. Versó sobre la elaboración de la vigente Constitución Española, participando mis alumnos en algunos encuentros con diputados constituyentes, incluyendo dos ponentes de nuestra Ley de Leyes, en las figuras de Jordi Solé Tura y Miquel Roca Junyent. Aquel brillante joven doctorando de Ciencias Económicas, Emilio, se convirtió después en uno de nuestros mejores economistas, con una labor creativa más que importante. Siempre te tendremos en la memoria.

Ramón Tamames
Catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid
Académico

Siempre echaremos de menos a Emilio, por su rigor, por su modestia, por que capacidad de organizaciôn y de liderazgo y sobre todo por haber sacado la investigaciôn espaùola de su ghetto y mostrar que el sector financiero iba a ser el primer beneficiario de una investigaciôn de nivel internacional.

Xavier Freixas
Catedrático emérito
Académico

Conocí a Emilio en 1983 y desde el principio sentí que me consideraba como amiga. Su trato cercano infundía confianza y apoyo, tan necesarios en tiempos de tesis doctoral e investigaciones. Siempre admiré su entusiasmo por el estudio de la economía global y española y su tenaz labor de divulgar las ideas económicas más innovadoras que nos ayudasen a interpretar las grandes tendencias de cambio. Sus intervenciones públicas eran memorables. La palabra justa, el adjetivo apropiado, el adverbio necesario.  También su capacidad para captar el momento de actuar. “Naturalmente” es la expresión con la que, hace muchos años, decantó un premio de excelencia para la candidatura que, igualada en méritos a otra, incluía más mujeres en su propuesta. Gracias, Emilio, por tanto que nos has dejado.

Cecilia Castaño Collado
Catedrática de Economía Aplicada de la Universidad Complutense
Académico

Emilio Ontiveros fue profesor de Economía de la Empresa en la Universidad de Zaragoza, en la segunda mitad de los años setenta.  Allí tuve el privilegio de ser alumno suyo durante varios cursos y de iniciar una amistad que se prolongó durante toda la vida.  Recuerdo bien las charlas después de clase, camino del Colegio Mayor Cerbuna, o acompañándolo a la estación para coger el tren de vuelta a Madrid, o los cafés en el bar de la Facultad.  Emilio siempre tuvo a Zaragoza en el corazón, desde sus primeros pasos en la docencia: competente, cercano, comprensivo, dentro y fuera de las aulas, de esos profes que te macan para siempre, abriéndonos la mente a nuevos horizontes en todas las materias que nos impartió.  Echaré de menos tus abrazos, Maestro !

Eduardo Bandrés Moliné
Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza
Académico

La vida de Emilio Ontiveros fue un ejemplo de sabiduría, compromiso, pasión, generosidad y entrega a las personas, las instituciones y la sociedad.

Fernando Faces García
Santelmo Business School
Académico